En los últimos años, hemos asistido a los intentos de varios fabricantes, de presentar una alternativa valida que sustituya a nuestro reloj. No se si hubo intentos anteriores, seguramente si, pero todo el "follón" en torno a estos dispositivos, vino de la mano de la brillante y a la par polémica, Apple. El iPod Nano, supuso una revolución, inicialmente por su reducido tamaño, su pantalla ocupando prácticamente la totalidad del frontal, etc. Pero la revolución, vino cuando a alguien le pareció interesante colocárselo en la muñeca, y lanzo una pulsera, o correa para hacerlo.