lunes, 22 de febrero de 2016

Le compré a mi madre un Chromebook, y ahora todo es mucho mejor

Hace unas semanas, Nilay Patel de The Verge, publicó una interesante entrada en la web, que es la que os traigo traducida hoy. Vamos allá.
Mi madre adora a Steve Jobs,y se quedó con los ojos medio llorosos cuando le regale un Chromebook Pixel por navidad. No abrió la caja en al menos 10 minutos, porque la idea de tener un producto tecnológico que no procedía de Jobs, le molestó bastante.

No es Apple por lo que mi madre siente adoración, es por Steve Jobs. Ella es médico, y lloró cuando leyó la biografía redactada por Walter Isaacson, debido a la frustración de que Jobs no hubiera buscado tratamiento médico cuanto antes. Ella sigue anclada a su iPhone 5S, pese a que probablemente un teléfono con una pantalla más grande se ajustaría mejor a sus necesidades. De hecho, ha modificado el tamaño de la fuente de iOS, haciendo que usarlo sea una locura.
Sin embargo, ella odia el diseño del iPhone 6/6s, especialmente las lineas de la antena en la parte trasera. "Lo han hecho muy feo", me dice con frecuencia. "A Steve Jobs le gustaban las cosas elegantes". No tengo ni idea de si sera cierto, pero espero que el iPhone 7 esconda mejor las antenas.
En cualquier caso, cuando mi madre me preguntó por un portátil en el que le resultará fácil de utilizar su sistema de registros médicos del hospital mientras viajaba, instintivamente fui a pedir un nuevo Macbook Pro con pantalla Retina. Es pequeño, bien valorado por los compañeros de The Verge que lo utilizan, y además es muy elegante.


Pero entonces pensé que tendría que lidiar con su nuevo Mac por todo el pais. Mis padres son brillantes (ambos son médicos), pero con frecuencia las tareas informáticas más cotidianas pueden llegar a convertirse en una autentica pesadilla para ellos. Ademas, también es frecuente que las cosas se estropeen, y es entonces cuando acuden a mi, y no dejo de preguntarme como es posible que un producto tecnológico termine en tan mal estado. Os aseguro que puedo pagarles la paciencia extrema que tuvieron al criarme, arreglando sus ordenadores y teléfonos.


Y cuanto más pensaba en comprarle a mi madre el nuevo Mac, más creía que era una idea terrible. Los nuevos Mac (y los nuevos PCs Windows en ese aspecto) son complicados. Tienen una interfaz compleja, y mucho software que mis padres nunca necesitaran (pensar en mi madre utilizando iTunes me aterroriza). A fin de cuenta, lo que necesitan es un navegador web completo, capaz de conectarse al sistema Critrix que utilizan en su hospital, una pantalla rompedora, y un buen teclado.Ellos tienen iPhone y iPads para utilizar aplicaciones, y un iMac en casa para cualquier cosa que pudieran necesitar. ¿Para que iba a darle más vueltas?
El problema es, que la mayoría de Chromebook del mercado parecen dispositivos cutres. Generalmente se venden como ordenadores secundarios, por lo que son baratos, y ello implica que prácticamente todos ellos están fabricados en plástico. No hay nada malo en eso, pero necesitaba pasar la prueba del diseño con mi madre. La única opción viable era el Chromebook Pixel de Google, un dispositivo precioso, pero ridículamente caro, ya que se trata de un ordenador de 1.000 dolares que solo ejecuta Chrome. Parece una locura: la mayoría de dispositivos tecnológicos que cuestan 1.000 dolares, hacen mucho mas que simplemente ejecutar un navegador. 
Pase semanas planteándome la idea, solo para ver si dejaba de sonar a locura. ¿Debería comprar a mi madre un ordenador de 1.000 dolares que solo ejecuta Chrome? Publique en el foro, para conocer las opiniones de los lectores de The Verge. Volví locos a mis amigos y familiares con la indecisión. Y después de todo, le compré a mi madre un Chromebook Pixel, y fue una de las mejores decisiones sobre compras tecnológicas que he hecho nunca.
Primero, el Pixel es un dispositivo muy elegante. Y decirle a mi madre que se trataba de un portátil de Google, y que muy poca gente tenía uno, sin duda aumentó su atractivo. Finalmente, ella abrió la caja, y comenzó a utilizarlo.
Entonces sucedió una inesperada combinación de factores, que hicieron que se enamorara de su Chromebook: primero, se dio cuenta de que podía tocar la pantalla, e incluso hacer pinch-to-zoom sin necesidad de utilizar el trackpad, y segundo, al acceder a la web iCloud.com de Apple, que básicamente funciona como un iPhone gigante en un ordenador con pantalla táctil, simplemente dijo "Oh, puedo acceder también a todas mis cosas de Apple".
Había sido un éxito. Un mes después, ella sigue adorando su Chromebook. No pelea con él, ni pregunta como aprender a hacer algo nuevo, ni le endosa complicado nuevo software. Las aplicaciones se actualizan automáticamente, no hay nuevas versiones del sistema operativo que tengan que ser instaladas manualmente. Es tan solo Chrome, haciendo o suyo. Y al ser un ordenador de 1000 dolares, es increíblemente rápido (al parecer, el secreto para hacer que Chrome funcione realmente bien, es la combinación de un Intel Core i5 a 2,2 Ghz, y 8 Gb de RAM).
Así que mi madre tiene un ordenador que no le preguntará sobre actualizar el software, cuyas aplicaciones o aspectos de la interfaz no le resultaran difíciles de utilizar, y en el que la web es el centro de todo. Tiene acceso a su cuenta y servicios de Google, pero también a sus cosas de Apple. Cuando me preguntó como podía conseguir música, ella respondió a su propia pregunta antes de que comenzara a hablar "Utilizaré Youtube". En dos o tres días ella y mi padre empezaron a ver todas las viejas películas de Bollywood en Youtube, algo que no habían intentado hacer con sus iPads o iMac. Y es que, pese a que el Pixel puede hacer mucho menos, anima a mis padres a explorar mucho más.
Ella también utiliza constantemente la pantalla táctil. Es la forma principal con la que interactua con el dispositivo; ella odia los trackpad. De hecho, cuando planeaba comprarle un MacBook, insistió  en que le comprara un ratón. Todavía podría comprarle un ratón para el Pixel, porque le seria util para su trabajo, pero en cualquier caso, la pantalla táctil ha conseguido que ella se mueva muy bien por la web. Ha cambiado completamente mi opinión sobre el valor de una pantalla táctil en un portátil.
El único contratiempo, es el sistema que utilizan para su trabajo (hay una versión de Citrix Receiver para Chromebooks, pero esta en manos de los administradores de sistemas su activación, y darle el soporte adecuado. Mi madre ha tenido problemas serios para iniciar sesión en el sistema que utilizan en su hospital, y funciona, pero de forma inconsistente. Estamos trabajando en ello, y aparentemente va mejor, pero continua fallando de vez en cuando. Pero en cualquier caso, ella adora el Chromebook Pixel, hasta tal punto, que esta dispuesta a lidiar con esos contra tiempos. De hecho, le ofrecí cambiar su Pixel por un Macbook, pero no lo quiere porque no tiene pantalla táctil.

Había no obstante otro inconveniente: el primer Pixel que compramos estaba mal configurado de fabrica, y funcionaba en modo de prueba. No podía resetearlo para cambiarlo a modo normal, daba igual lo que intentara (incluso trate de flashear el software a partir de un USB). Aun así funcionaba, y lo estuvo usando algunos días hasta que nos enviaron el nuevo, pero funcionaba con una versión del sistema operativo anticuada, y no podía ser actualizado. Si no me hubiera dado cuenta del problema, aun hoy mi madre estaría utilizando el equipo, con el correspondiente riesgo de seguridad, y la pobre experiencia de usuario. Lo cierto es que desde Google rápidamente me dieron una solución, y reemplazaron mi unidad, pero aun así, fue un error importante por su parte. Y si Google quiere fabricar más hardware en el futuro (y todo indica que lo hará), debe poner mas atención en estos aspectos.
Cuando hablamos de portátiles, todavía sigue siendo común e importante hablar sobre aspectos como la precisión del ratón, y las posibilidades y flexibilidad de un sistema operativo de escritorio. Hablamos de todas las cosas que puede hacer mejor que un móvil o una tablet. Siempre hablamos de que puede hacer mas pero también es importante hablar sobre el poder de la tecnología que se esfuerza por por hacer menos.Los 1.000 $ que gaste en el Pixel, no compraron para mi madre un dispositivo capaz de hacer funcionar aplicaciones potentes como Photoshop o Excel. Ni siquiera tiene mucho almacenamiento. Pero lo compre porque era un producto muy bien diseñado. Y lo mas importante, porque es un producto centrado en ser utilizado, y no en aprender a utilizarlo.

Sin duda, es una lección que a Steve Jobs le habría gustado mucho.

Fuente: Nilay Patel

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